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Thribhis Mhór , Reconstrucción Histórica de filosofía de vida y artes de batalla de los pueblos originarios de la Europa Pre Cristiana. Desde la noche de los tiempos los pueblos libres de toda la tierra y en particular, para nuestro interés los de Europa, vivían en comunión con la tierra y sus elementos, es así como cada cosa era sagrada, porque se veía en ellas a los Dioses y Diosas en su representación más pura, no existía la necesidad de arrasar bosques para construir templos, porque estos eran el templo, no era necesario imaginar que hay más allá de las estrellas porque estas estaban presentes mirándonos y nosotros devolviendo la mirada a diario, los animales no nos eran extraños ni agresivos, solo se defendían y no eran cazados indiscriminadamente, solo para vestirse y comer. Cada espacio era sagrado, porque en ellos habitaban los Dioses y Diosas del pueblo y las guerras no eran por imponer que Dios era el mejor, como ocurrió siglos más tarde, este choque cultural, este intento de imponer la razón por la fuerza, esto de hablar de amor y misericordia empuñando un arma y eliminando a quien no está de acuerdo, no es propio de las culturas de la tierra que fueron arrasadas por la maquinaria imperial en distintos lugares, a distintos tiempos y que aún hoy sigue su marcha cruel y macabra. La necesidad de retomar las antiguas prácticas, tanto de combate como de creencias, a la que cada uno y una por razones particulares nos sentimos fuertemente ligados y ligadas, es la que nos lleva a estudiar las técnicas de combate, las danzas, principalmente Celtas, así como a celebrar las festividades propias del culto que cada integrante del grupo practique y considere necesario y/o pertinente compartir con el resto de este.
Por todo esto es que hemos escogido el nombre de Thribhis Mhór (El Gran Triskele) que representa los tres Reinos Sagrados para el Mundo Celta, cielo, tierra y agua.
“El cielo está encima de nosotros, la tierra a nuestros pies y el mar a nuestro alrededor. A no ser que el cielo baje con su lluvia de estrellas al suelo donde hemos acampado, que la tierra sea sacudida por un terremoto y que las olas del mar azul vayan a parar a los bosques del mundo viviente, nosotros no daremos terreno.” |